De tanto libros que podemos encontrar en un biblioteca muy pocas personas escogen algo fuera de lo común. Siempre pasaba por la sección donde te encontrabas, esperando encontrar mi prototipo de lectura épica. De un momento sin darme cuenta te tome y me dedique a apreciar tu página sin ganas y desinterés, pero poco a poco ibas capturando mi atención con tu historia de ese joven campesino que al mirar con sus ojos, su mirada de guerrero expresa fuerza, un tipo de dureza que ha llegado a ti por cada batalla luchada donde has dejado tu alma para seguir adelante y llegar a la victoria. Al mismo tiempo refleja lo puro, sensible y dulce que es tu corazón de oro. Tu cuerpo me recuerda a un fuerte roble que puede sobrevivir mil tormentas sin moverse de su posición original, le brinda sombra a esos nómadas sin rumbo; cansado por el largo camino. Muchos piensan que eres descendiente de un Dios griego. Tus historias son inexplicables y muy pocos las creen interesantes. Tu eres como un libro antiguo, que la gente te subestima por estar lleno de polvo y abandonado pero al momento de leerte demuestra que estas lleno de misterio y aventura. No te he leído suficiente pero por las pocas página que he apreciado, me despertaste las ganas de llegar hasta el final de tu historia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario