jueves, 21 de noviembre de 2013

Él era increíble, único, decía cosas sin sentido que muchas veces no lograba entender, yo solo reía, simulando entender cada palabra que salía de su boca, solo tenía una cosa en mente y era la poesía, no es que no me gustase la poesía es que tenía otras cosas en que pensar, su mirada por ejemplo, ¡ah! su sonrisa era otra de ellas, y digamos también que su cabello, rizos perfectos como ningún otro.
No hay día que no mencione sus locuras, sus pasiones, yo cada día observo su sonrisa, me pierdo en su mirada y acaricio su cabello, sigo sonriendo y fingiendo que hago parte de aquello que tanto me cuenta, no lo ignoro, solo es imposible no quererle y eso hago a cada instante.
Tiene manías, algunas perfectas, otras no tanto. Detestaba alguna de ellas y se que él detestaba las mías, pero como dice una frase, cuyo autor desconozco: "Cuando realmente amas a alguien, incluso si hay un millón de razones para dejarlo, todavía buscas una razón para quedarte. Así es el amor". Y sí, así es, porque a pesar de todo le amaba como aman las flores a los árboles, y este amor era más fuerte que el querer escucharle sus tontas poesías, insisto no es que no me guste la poesía es que tenía mi propia poesía y esa era él.

viernes, 20 de septiembre de 2013

Me enamoré, y no de cualquier forma, no de la común en la que dos seres se aman y son felices, me enamoré de lo imposible y quizás de lo prohibido, y es que la incapacidad de no tenerlo hace que lo ame mas. Soy ajena a las reglas, y por usted rompo cadenas si es necesario. No, no es capricho, eso creí hasta que ni dormir podía de tan solo pensar en volverlo a ver, y es que dos días no me bastan para contemplarlo eternamente, es tanto el deseo que le tengo que hasta los sueños más eróticos me perturban y no, no tendría sexo con usted, haríamos el amor, tan perfecto amor que ni ganas tendré de despertar. 
Y es que al igual que usted tampoco creo que en las casualidades, creo en las causalidades del destino y por tanto no es casualidad que usted y yo estemos hoy aquí frente a frente y que yo pueda sonreír cada vez que dice una palabra, ah! su voz, es melodía a mis oídos, quizás lo más sensato y hermoso que halla escuchado decir a salido de su boca, créame no exagero, usted me gusta tanto que hasta me tiene escribiendo en esta noche fría de invierno, mientras su sonrisa y su mirada invaden mi mente. Quizás al leer esto, si es que lo hace, se sienta identificado, no lo dude es para usted porque no he conocido ni conoceré a nadie igual que me haya hecho volver a creer en el amor, y eso que no he nombrado otras tantas cosas que lo hacen inmensamente increíble y apetecible por todas aquellas que lo conocen, o bueno, por lo menos a mi me tiene con una sonrisa tonta en el rostro cada vez que lo pienso. 
Ah, cuanto desearía poder caminar junto a usted, dar un paseo en cicla o leer un buen libro, si ve, cada vez le demuestro que tenemos tanto en común, no lo dude que si me conoce no se arrepentirá. 

sábado, 17 de agosto de 2013

Alérgica a las mañanas

Soy alérgica a las mañanas, sobretodo aquellas en que no despierto junto a tí, aquellas mañanas frias que necesito tus besos en mi cuello para entrar en calor y poder despertar o quizás no. Soy alérgica a las mañanas en que solo mis sábanas son testigo de mis sueños, y juro enormemente que ellas también te extrañan, tanto y aún más que la última vez.
Soy alérgica a las mañanas en las que despierto perdida, sin ti, entre poemas de Neruda que acostumbramos a leer cada amanecer, tomando el café de buenos días, viendo salir el sol, Ah! creo que te extraño más que antes, si mucho más y no solo yo soy alérgica a no tenerte, lo son también mi cuerpo, mi espacio, mi vida, toda esta habitación, y ahora comprendo y estoy segura, no tengo otra cura para aliviarme que despertarme junto a ti.


lunes, 1 de julio de 2013

Nuestro Segundo Encuentro

Nuestro segundo encuentro ha de ser mejor, ha de haber arboles, brisa y un poco de mar, quizás en una cálida tarde de verano, donde el resplandor del sol haga brillar tus ojos y pueda ver en ellos lo tierna de tu mirada.
Nuestro segundo encuentro ha de ser libre, porque solo así puedo tener la libertad de besarte sin temor, de probar tus labios y de acariciar tu mejilla, aquella que se sonroja cada vez que te miro.
Nuestro segundo encuentro ha de contener palabras bonitas, un poco de sinceridad y de buenas historias, un poco de ti y un poco de mí, un poco de ambos; un poco de tus besos y un poco de amor... Quizás.
Definitivamente nuestro segundo encuentro será perfecto, podremos mirarnos a los ojos, agarrarnos de la mano, soltar una sonrisa entre beso y beso, ser nosotros mismos, olvidarnos de la rutina y simplemente seremos tu y yo...

martes, 1 de enero de 2013

Eso ya no era amor, eso era costumbre.


Empecé a quererte y luego a amarte, te tenia junto a mi a cada instante, muchos años dedicados a este amor.
Terminé acostumbrándome a la suavidad de tu cabello, a tus estilos cambiantes y a como mis dedos se entrelazaban en ellos.
Terminé acostumbrándome a el color de tus ojos, esos ojos marrones que me miraban con ternura y ya no habría otros que lograran captar mi atención como los tuyo.
Me acostumbré además a la perfección de tu mirada, aquella mirada que no olvidaré jamás.
Terminé acostumbrándome a la tonalidad de tu piel, a tu fragancia, a tu voz, los cuales me seguían a donde fuera, siempre estaban allí.
Me acostumbré a tus manos cálidas y pequeñas, a tu sonrisa, a tu cuerpo, a tu personalidad, a tu humor, todo aquello que te representa y que ya no poseo.
Terminé acostumbrándome tanto a ti, en especial a tus besos que siempre me hacían sentir en un éxtasis de pasión... si esos los extrañaré.
Y tanta fue la costumbre de tenernos y no tenernos, de estar juntos y luego decir adiós, de todo lo que eramos y de este amor que era evidente decir, "ya no era amor, era una costumbre"