viernes, 20 de septiembre de 2013

Me enamoré, y no de cualquier forma, no de la común en la que dos seres se aman y son felices, me enamoré de lo imposible y quizás de lo prohibido, y es que la incapacidad de no tenerlo hace que lo ame mas. Soy ajena a las reglas, y por usted rompo cadenas si es necesario. No, no es capricho, eso creí hasta que ni dormir podía de tan solo pensar en volverlo a ver, y es que dos días no me bastan para contemplarlo eternamente, es tanto el deseo que le tengo que hasta los sueños más eróticos me perturban y no, no tendría sexo con usted, haríamos el amor, tan perfecto amor que ni ganas tendré de despertar. 
Y es que al igual que usted tampoco creo que en las casualidades, creo en las causalidades del destino y por tanto no es casualidad que usted y yo estemos hoy aquí frente a frente y que yo pueda sonreír cada vez que dice una palabra, ah! su voz, es melodía a mis oídos, quizás lo más sensato y hermoso que halla escuchado decir a salido de su boca, créame no exagero, usted me gusta tanto que hasta me tiene escribiendo en esta noche fría de invierno, mientras su sonrisa y su mirada invaden mi mente. Quizás al leer esto, si es que lo hace, se sienta identificado, no lo dude es para usted porque no he conocido ni conoceré a nadie igual que me haya hecho volver a creer en el amor, y eso que no he nombrado otras tantas cosas que lo hacen inmensamente increíble y apetecible por todas aquellas que lo conocen, o bueno, por lo menos a mi me tiene con una sonrisa tonta en el rostro cada vez que lo pienso. 
Ah, cuanto desearía poder caminar junto a usted, dar un paseo en cicla o leer un buen libro, si ve, cada vez le demuestro que tenemos tanto en común, no lo dude que si me conoce no se arrepentirá.